A corto plazo, las recetas para salir de la crisis pasan por inyectar liquidez suficiente al mercado financiero para financiar la deuda de los Estados, y especialmente, al sector privado.
Medidas de flexibilización laboral. No quiere decir abaratar el despido sino impulsar la polivalencia, los cambios de puesto según necesidades, la modulación irregular de jornadas, etc. de forma continua para asegurar la competitividad, sin tener que llegar a una situación de pérdidas continuadas o crisis puntuales.
Primar energías eficientes. Favoreciendo las inversiones en este campo.
Racionalizar las administraciones públicas y control del gasto, pero manteniendo las inversiones estratégicas. Además, habría que controlar la inflación para eliminar el diferencial que tenemos con el resto de países de la zona del euro.
En cuanto a medidas a más largo plazo para salir de esta crisis, sería preciso:
- Cambiar el modelo educativo hacia un modelo basado en el esfuerzo, potenciando el bilingüismo y la formación profesional Incrementando la formación en alternancia entre los centros académicos y las empresas, asignando créditos a las prácticas realizadas en empresas.
- Promover políticas activas de empleo frente a las pasivas. Hay que primar más la creación de empresas que la subvención del paro.
- Incentivar más la concentración empresarial para aumentar la dimensión de las empresas españolas que les permita invertir en I+D+i y competir a nivel internacional. Evitar la fragmentación del mercado español, que nos hace menos competitivos a nivel internacional. Buscar dimensión frente a fragmentación, racionalizar estructuras.
- Eliminar las trabas administrativas: Disminuir la burocracia. En este país debemos lograr más agilidad en los trámites de cara a conseguir resoluciones más rápidas por parte de todas las administraciones.
Fuente: Suplemento economía Heraldo de Aragón 31 Diciembre 2011