Fuente: Heraldo de Aragón
El estudio olfatométrico realizado por Saica y Syral Iberia, antigua Campo Ebro, realizado entre 2009 y 2010 en distintos puntos del barrio y presentado a los vecinos del Picarral el pasado mes de noviembre, ha comenzado a dar resultados positivos. Al menos, así lo piensan desde la Asociación de Vecinos Picarral Salvador Allende. “Oler sigue oliendo, pero es cierto que ya no se nota tanto. Sobre todo desde que comenzó el otoño hasta ahora, los niveles tanto de ruido como de hedores han descendido bastante.
Al menos, más que en todo el tiempo que llevábamos reclamando el fin de una situación que afectaba de manera directa a quienes residen en las proximidades de sendas empresas y en sus alrededores”, apunta Juan José Jordá, portavoz de la agrupación vecinal.
Se trata de un estudio, pionero en España, que midió, durante un año el impacto medio de los olores en 96 puntos del barrio, con el objetivo de paliar las molestias generadas en el vecindario, generando mejoras como, por ejemplo, el aumento en 20 metros de la chimenea de Syral. “En comparación con la ejecución de otras iniciativas propuestas para solucionar el problema esta es la que mejores resultados está obteniendo. Ahora solo falta que, con el tiempo, se consiga que esos malos olores desaparezcan en su totalidad”, apunta Jordá.
Algo que también esperan algunos de los vecinos de la zona. Es el caso de Aurelio G. Gracia, que reside en la calle de Salvador Allende, cerca de Syral Iberia. “Nosotros sí que lo hemos notado. Antes el ruido era mucho más intenso. Y en verano, con todo abierto era horroroso. Pero ahora parece que está todo más controlado. Ya era hora de que se tomaran en serio nuestras quejas”, apunta el zaragozano. Opinión no del todo compartida por Francisco José Bueno. “Quizá no se nota tanto como antes o ya no son tan fuertes los olores, pero cuando abres las ventanas para ventilar, el ambiente que se queda en casa, a según qué horas, no es del todo recomendable”, apunta este vecino de la calle de José Luis Lacruz.